Avanza la recuperación de los manatíes en el país
Como parte del proceso de rehabilitación de estos mamíferos marinos existen momentos críticos. En el caso de Puerto Rico, durante el primer día, el manatí tiene un 30% de posibilidades de sobrevivir. Si sobrevive la primera semana, sus posibilidades de continuar con vida aumentan al 48% y si llega a la segunda semana, sus probabilidades de continuar con vida aumenta a un 50%. Una vez superada la tercera semana, sus posibilidades de continuar viviendo se incrementa en un 8 por ciento adicional (58%) y si logra llegar al primer mes vivo, tiene un 65% para subsistir. Para el segundo mes no se presenta cambios significativos. Ahora bien si el manatí sobrevive el tercer mes cuenta con un 73% de sobrevivencia. Ya en el cuarto y quinto mes cuentan con un 75% a favor para rehabilitarse. En tanto, que al año, ya tienen 83% de posibilidades de continuar viviendo a su favor mientras, que el segundo o tercer año llega al 88% de sobrevivencia.
En su tercer año, el manatí debe estar listo para ser liberado, pero el proceso de supervivencia comienza de nuevo pues el mamífero marino se enfrenta a nuevos retos en su hábitat natural.
En términos de sobrevivencia por género hay que destacar que los machos se rehabilitan mejor que las hembras. Según la experiencia del Centro de Conservación de Manatíes, aunque se rescatan más hembras que machos, durante los primeros tres meses, el 73% de los machos sobrevivieron versus el 27% de las hembras.
“Ciertamente, la experiencia y el trabajo con los manatíes en Puerto Rico demuestran que los periodos críticos en el proceso de rehabilitación de esta especie, son las primeras tres semanas y los primeros tres meses”, explicó Mignucci.
Cabe destacar que hace 26 años en Puerto Rico se desconocía cómo manejar a los individuos de esta especie que estaban en condición crítica. En aquel entonces, no se contaba con datos, estadísticas ni con un protocolo para el manejo de esta especie en alto peligro de extinción. Hoy en día, el trabajo realizado por el personal del Centro de Conservación de Manatíes y de las decenas de voluntarios que han colaborado durante casi tres décadas permite contar con información que posiciona a Puerto Rico como experto en el manejo de esta población marina.
“Cuando empezamos a manejar a los manatíes no había un manual que detallara cómo rehabilitar a esta especie, no habían estadísticas ni datos. Tuvimos que empezar de cero. Luego de dos décadas vemos los resultados favorables para el medio ambiente, para nuestra formación y para nuestra convivencia con esta especie. Hemos podido ir devolviéndole a la naturaleza lo que como especie, la humana, le fuimos arrebatando a nuestro planeta. Y desde el ámbito académico hemos aportado a la ciencia con publicaciones científicas, y en la educación y formación de nuestros estudiantes y voluntarios a través de las enseñanza, experiencias y vivencias que nutre el colaborar en el Centro de Conservación de Manatíes propiamente como laboratorio”, concluyó Mignucci.
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